Quisiera darte las gracias por concederme esta humilde entrevista y poder dar a conocer lo gran cofrade que eres y tu gran entendimiento en la materia.
Leyendo la entrevista, me he dado cuenta que te gusta, que te gusta el mundillo y que además de buen capataz (me consta por compañeros y amigos mios que llevas a tus ordenes), sobre todo eres buena gente y sabes cuidar a una cuadrilla. Gracias Don Manuel!!!
Hoy compartimos costero con DON MANUEL MARÍN
NOMBRE: Manuel Marín de Vicente-Tutor
FECHA DE NACIMIENTO: 15 de Octubre1969, Huelva
1.
¿Por qué decidiste ser
capataz? ¿quién te introdujo en éste mundillo o como te entró el gusanillo?
En realidad no lo decidí yo. Respondió, por un lado, a una
necesidad de mi Hermandad en un momento dado, en el año 2002, y fue gracias a
la confianza que depositaron en mí el entonces rector de la Basílica de San Miguel,
D. José Antonio Galera, el hermano mayor, Enrique Estrada, el que fuera
teniente hermano mayor y hoy hermano mayor, Juan Venegas, y también Antonio
Estrada, capataz saliente, y con quien estuve muchos años de costalero y dos
como contraguía. Y por otro lado, respondió casi a una decisión familiar,
consensuada. Ser capataz no es fácil, y en Madrid menos aún. Poner en marcha
proyectos de este tipo para continuar los que había, no era sencillo. Requiere
de mucho tiempo y dedicación. Madrid es una ciudad en la que la gente está muy
dispersa, en la que las distancias son enormes, en la que diseñar igualás o
ensayos resulta una odisea. Aun así, decidimos entre todos, incluido un grupo
de costaleros amigos y hermanos que lo veían con buenos ojos, que en efecto era
el momento de coger ese toro por los cuernos. ¿El gusanillo? Creo que nunca me
entró… Debí nacer con él. No sé, cosas del ADN… Cosas de la fe, la pasión, la
familia, la cultura, la tradición, la belleza… El sentimiento en una palabra. Y
sí, sigo siendo costalero. Este año precisamente cumpliré, Dios mediante,
veinticinco años bajo las trabajaderas. No diré que la motivación sigue intacta
porque el paso de los años desgasta, pero sí que aún conservo la suficiente
como para echar al coche una bolsa con los costales cada Cuaresma…
2. ¿A cuántas hermandades Perteneces?
Soy hermano de Los Estudiantes en Madrid, y de la Oración en el Huerto en
Huelva. Pero mi vinculación emocional con otras Hermandades es muy extensa: El
Nazareno de Huelva, Gran Poder y Macarena en Madrid, Santo Entierro en Sevilla,
Los Estudiantes y La Lanzada
onubenses (donde pronuncié sendos pregones y exaltaciones), Macarena de Parla,
Rosario de Villaverde, Gitanos madrileños…
3. ¿cuál fue tu primer paso,
que pasos sacas actualmente y cuales has sacado?
No me considero capataz de pasos, sino de Cofradía. Sólo
saco como capataz del palio de María Stma Inmaculada, Madre de la Iglesia, de Los
Estudiantes de Madrid, donde soy capataz general. Tuve ocasión de poder dirigir
otros pasos en Madrid, cosa que agradecí infinitamente a quienes me lo
propusieron, y ellos lo saben. Para mí es un privilegio que suene el teléfono y
buenos amigos y hermanos mayores confíen en ti para ofrecerte proyectos de esta
relevancia. Pero tengo mis dudas de que eso fuera bueno para ellos y para mí.
¿Por qué? Mi creencia es que cada Hermandad debe mirar hacia sus hermanos, enseñarles,
cualificarles, confiar en ellos… más que hacer “fichajes” fuera de ellas. Y, en
mi caso, además, era imposible por una mera cuestión de tiempo, de trabajo y de
dedicación familiar. Mi Hermandad me llena completamente tanto desde el punto
de vista del compromiso personal, como del tiempo de que dispongo. Para dirigir
más cuadrillas en Madrid, los días tendrían que tener 25 ó 26 horas y las
semanas, ocho días. Y eso todavía no lo hemos podido inventar…
Como
costalero, han sido muchas las cofradías en las que he salido entre Madrid y
Huelva, y algunas de penitencia y gloria en Sevilla, a lo largo de estos años:
las mías, desde luego, y algunas con cuyos capataces y cuadrillas tengo enorme
amistad. Como costalero, el año pasado fueron cuatro: Sentencia (aunque llovió
en Huelva y se quedó en el templo tras una salida frustrada), Oración y La Piedad en Huelva, y la Urna del Santo Entierro en
Sevilla.
4. ¿Para ser capataz hay ser antes costalero?, o mejor dicho,
¿crees que se debe pasar antes por las trabajaderas para ser un buen capataz?
Mi opinión es que sí, pero ello no excluye que haya
magníficos capataces que nunca han sido costaleros. Son trabajos distintos. ¿Un
entrenador de fútbol necesariamente ha tenido que ser antes un profesional de
ese deporte? Entiendo que no, aunque si lo ha sido es, lógicamente, mucho
mejor. Eso sí, si eres o has sido costalero, te basta una simple mirada de dos
segundos a la cuadrilla que sale en un relevo, por ejemplo, para saber cómo va
la cosa debajo sin necesidad de preguntar nada. Los códigos de los costaleros
bajo el paso, la complicidad, la hermandad o, incluso, el mal ambiente cuando
se da, que se da en ocasiones, se detecta muy bien cuando tú has vivido debajo
lo que ellos viven: esa cuestecita, esa calle mala, ese costero caído, ese
cansancio acumulado, esa euforia en una mano, esa revirá cayendo a plomo, esa
voz de protesta debajo del paso que no sienta bien a la gente…
5. ¿Qué cualidades debe tener a título personal tanto un buen costalero como un buen capataz?
Como decía el torero, la teoría de las tres “b”: “balor”,
“boluntad” y “buevos”… Es broma…. La pregunta es sencilla: fe, humildad,
humildad y humildad. A partir de ahí, lo que cuelga de ellas: generosidad y
hermandad; lealtad, cariño al trabajo que se hace… Todo lo que huya de la
soberbia y el egocentrismo que a veces contamina este mundo tan bonito que es
el del costal.
6. Cuales son las diferencias, en tu opinión, entre el
costalero antiguo y el actual.
Aunque se suele decir que el antiguo era un costalero
profesional y que el modelo actual es el del “hermano costalero”,
paradójicamente es al contrario. Hay una cierta tendencia hacia las “cuadrillas
de capataz” y eso tiene sus pros y sus contras. Le veo cosas buenas para
mejorar la técnica de las cuadrillas, para generar lealtades internas, para
mejorar equipos y progresar… Pero también cosas no tan positivas, sobre todo
para los núcleos de las hermandades cuando las cuadrillas se convierten en
órganos de poder con intereses muy parciales que a veces no coinciden con los
del sentir mayoritario en una hermandad. Ejemplos y consecuencias problemáticas
de ello conocemos todos. ¿El costalero de hoy es profesional? No cobra y, por
tanto, la respuesta es no. Sin embargo, a menudo el costalero se ha “profesionalizado”
imitando determinadas estéticas, diseñando costales a medida, personalizando
sus modas, creando poses un poco artificiales… significándose en una palabra.
No estoy en contra de ello, pero a veces eso genera excesos de egos en los
grupos que hay que saber manejar con prudencia en beneficio de toda la
cuadrilla. Quien diga lo contrario no creo que sea muy sincero.
7. ¿Compartes la opinión de algunos capataces o hermandades de
no permitir entrar en sus cuadrillas a determinados costaleros por el hecho de sacar
días antes otros pasos?
No la comparto. No sería coherente. Llevo haciéndolo 25 años
y no me veo legitimado como capataz para prohibir nada de eso. Cosa distinta es
la obediencia a las decisiones de una Junta de Gobierno, que siempre hay que
acatar.
8. Que destacarías de las cuadrillas a las que mandas y que
deberían mejorar.
Destaco la humildad con la que trabaja, su seriedad y
capacidad de compromiso. Y el sacrificio y esfuerzo que supone, para la gente
que lea esta entrevista y no lo sepa, ensayar con una temperatura bajo cero o,
incluso, en alguna ocasión medio nevando. ¿Mejorar? No existe la perfección.
Siempre se puede mejorar, especialmente en cuestiones técnicas: levantás más
iguales, menos trabajo de rodillas porque se transmite demasiado movimiento al
palio y a los varales… Pero son cosas menores, muy irrelevantes salvo para los
eternos perfeccionistas que disfrutan sacando defectos a todo durante toda la
vida. Son los eternos descontentos… Lo importante para mí es que la cuadrilla
tenga y transmita fe, disfrute, y emita sensaciones y sentimientos al público
que asiste a una procesión para contemplar su discurrir. En Los Estudiantes,
afortunadamente, no nos sentimos amenazados bajo esa lupa permanente de quien
se ve examinado. Eso te libera mucho a la hora de dar golpes de llamador.
Respecto a cuestiones de fondo, siempre echo de menos una mayor participación
de las cuadrillas en muchos actos de las hermandades. Como norma general, me
parece una idea que va mejorando con el tiempo pero en la que debemos seguir
trabajando: en el compromiso.
9. Si te encontraras que un costalero que sale de
un ensayo con el cuello blanco, ¿como reaccionarias al respecto?
Eso depende mucho. Los pasos no
pesan igual, ni siquiera en términos proporcionales. Además, sus andares son
distintos y los efectos de una manera de andar u otra tienen consecuencias
distintas en el cuerpo del costalero. Imagino que te refieres a que un capataz
debe echar una bronca a un costalero por insolidario si sale con el cuello sin
marcar… Pero mira, te pongo un ejemplo: ¿y si viene un costalero nuevo, que
nunca se ha metido bajo un paso, y se pone nervioso, y se le resbala el palo
continuamente porque no termina de hacer bien la cuna…? ¿Quién es capaz de
reprochárselo? Habrá que enseñarle a hacer bien la ropa, a tirar fuerte para
arriba, a que se tranquilice y no se ponga nervioso… Hay casos y casos. Pero la
verdad es que nunca me he encontrado a nadie que no trabaje debajo. En ese
caso, hablaría con él, desde luego. Las medidas drásticas… siempre al final.
Pero no he tenido que tomarlas nunca. Toco madera.
10. Una persona como tú, tantos años en este mundo…..Necesito
que me respondas a esta pregunta, ¿Están los capataces madrileños a la altura
de los pasos que sacan a la calle? ¿Qué opinión te merecen? ¿crees que hay más
cuadrilla que capataces? Es decir, están los capataces a la altura de la
calidad de las cuadrillas o a las cuadrillas les falta calidad y rendimiento.
Depende con qué lo compares…En Madrid el mundo del costal es
un mundo todavía joven, que está en plena ebullición, con cada vez más
cuadrillas. Pero hace diez o quince años apenas había cuatro cuadrillas. Llegar
al nivel de afición y experiencia de otros lugares como Sevilla o Huelva, que
es lo que conozco bien y si te refieres a eso, es imposible. Pero te diré una
cosa: todos los pasos, con sus capataces, contraguías, auxiliares y costaleros
ponen todo de su parte para sacar y recoger los pasos con absoluta dignidad.
Doy fe de ello, precisamente porque conozco a casi todos ellos. Para mí eso es
estar a la altura, está clarísimo. Todos están a la altura de lo que se les
exige y de lo que nos exigimos a nosotros mismos. Cuando uno da todo lo que
tiene, cuando uno se entrega a lo que hace, y en Madrid todos damos todo lo que
tenemos dentro sin lugar a dudas, resulta absurdo cuestionar el nivel de
nuestras cuadrillas. Allá con su conciencia quien lo haga.
11. Te gusta un equipo de auxiliares corto o amplio ¿por qué?
El tradicional que conocí desde que empecé en el costal:
capataz y tres auxiliares (uno echando una mano delante y en los costeros, y
dos contraguías). Además, un listero. ¿Por qué? No sé… ¿Por qué no? Es
suficiente para mí.
12. Cual es el primer consejo que le darías a un joven costalero
que empieza en el mundillo.
Que por favor se acerque al trabajo con humildad, con ganas
de aprender. El que viene dando lecciones…, malo.
13. Entenderías al capataz que cobrara un dinero por los
servicios que presta a la hermandad
No, en ningún caso. Cuando a mí, como costalero, hace ya
muchos años, se me pagó por sacar un paso, doné íntegro el importe a esa
hermandad. Eran 5000 pesetas de las del año 1989. Lo único que me llevé a
cambio fue una medalla.
14. Dime cual es el paso que mejor anda en la comunidad de
Madrid y cual es la mejor cuadrilla que
no sea la tuya.
¿Ves? Entramos en comparaciones que son odiosas. Es un juego
que no me gusta ni me convence. No concibo la Semana Santa
cofradiera como una competición entre hermandades, cofradías, cuadrillas…
Respeto tanto el trabajo de otros capataces y otras cuadrillas como sé que
ellos respetan el mío. Y eso me es suficiente.
15. ¿Crees que los costaleros de hoy día piensan más en la
estética y el figureo que en sus imágenes o centrarse en el trabajo?
Hay de todo. Conozco casos en los que es así. Y creo que no
es lo deseable. Pero también es una cosa difícilmente combatible. Va en la
personalidad de cada uno. Y no solo bajo los pasos, sino en la vida en general.
Me gusta que sean buenos costaleros y personas que se vistan por los pies. Lo
demás… allá cada uno mientras no se generen conflictos que enrarezcan el
ambiente.
16. En tú caso, esto lo consideras afición, devoción, una moda,
un hobby…
Lo considero un acto público de fe. Y pese a ser público, no
deja de ser un acto íntimo en el que uno hace su estación de penitencia. Son
muchas las cosas que agradecer y muchas las cosas por las que pedir perdón.
Después está desde luego una profunda afición, un profundo amor a los pasos. Lo
que te comentaba antes del ADN…¿Un hobby? Un hobby es coleccionar sellos. En
ningún caso la pertenencia a una hermandad puede ser considerada un hobby. Si
alguien lo percibe así, lo respeto muchísimo, pero si me pregunta, le diré que
creo que está equivocado.
17. No sé si habrás cumplido tu sueño como capataz, en el caso
que lo hubieras hecho, ¿Cuál ha sido?
He cumplido algunos sueños, claro. Pero siempre te fijas
metas. Y hay una que está por cumplirse. Mi sueño es llegar con el paso de
María Stma. Inmaculada, Madre de la
Iglesia, a la catedral de Madrid y hacer estación de penitencia
ante el Santísimo Sacramento en su interior. En silencio, con un racheo
cadencioso de los costaleros, sin más ruido que el amor en lo que haces y los
golpes secos de un llamador en el silencio de la catedral. Pero no es una
decisión que está en mis manos. Dios quiera que algún día…
18. ¿crees que el mundo del costal madrileño goza de buena
salud?
Empieza a ser francamente buena. Y sana. Que siga así es
nuestra responsabilidad. Espero que no nos equivoquemos en el camino.
19. Dime algún recuerdo cofrade que no se te olvidará en la
vida.
Elegir uno… qué difícil!! Pues mi primer recuerdo cofrade.
Un Viernes Santo en Huelva, ya oscurecida la tarde y con la Semana Santa casi
concluida. Camino de casa, de la mano de mis padres (tendría yo apenas cuatro o
cinco años), recuerdo ver de lejos, en una calle sin luz, y con muy poca gente,
el paso de la Hermandad
del Silencio de Huelva. La
Soledad, de espaldas, marchándose (supongo) de recogida.
Entonces, claro, yo no tenía ni idea ni de qué era un paso, ni qué era una
procesión ni nada de nada. Pero no es una revirá de lujo, no es una salida
emocionante, no es una recogida… no hay cornetas, ni banda… Ni siquiera puede
decirse que sea una de las Hermandades multitudinarias; ni la época, allá por
mediados de los años setenta, se daba a lo que ahora se da la Semana Santa en las
calles en aquella Huelva humilde y dulce. Nada. Sólo veo un paso, que podía ser
cualquiera, pero era ese, marchándose a zancadas amplias y decididas, con
cierto aire de tristeza... Es mi primer recuerdo, borroso, lejano… pero
recuerdo a fin de cuentas. Fue, supongo, una llamada para mí.
20. Cuéntame alguna anécdota que haya sucedido delante de un
paso
Podría contar muchas… Una graciosa que me ocurrió
recientemente, hace un par de años, a los pocos segundos de una arriá, una
señora se me acercó y me dijo que al levantar el paso “bailara a la Virgen” para ella. Otro
señor se me acercó para pedirme el teléfono en mitad de la procesión porque me
quería ofrecer un “trabajo”… Me dijo “es usted muy serio, me gusta”. En fin,
cosas que pasan.
21. Y un deseo para el mundo del costal…
Siempre
de frente!!
22. Como perro viejo en ésto, ¿el primer consejo que le das al
costalero que se va a poner a tus órdenes?
Que no se ponga nervioso y que disfrute. Si es nuevo, que aprenda
de los más veteranos. Si es veterano, que sea humilde. Y sobre todo, que se
adapten al grupo y a los métodos del capataz. De todos modos, entiendo que
cuando hay gente nueva que se quiere incorporar a la cuadrilla, ya sabe por
referencias cómo trabajamos en Los Estudiantes, y doy por hecho que respeta
esas normas.
23. ¿Qué opinas de las mujeres costaleras? ¿pondrías límite de
edad al costalero?
Todo mi respeto y mi apoyo. No me opongo a que las mujeres
porten los pasos. Sin embargo, a menudo se lleva este debate a un terreno
erróneo, a mi juicio. Incorporar mujeres a las cuadrillas no es un debate que
dependa de los capataces, sino de las Juntas de Gobierno, cuyos miembros, a
través de los hermanos, aprueban Reglas y Estatutos que regulan el funcionamiento
interno de las hermandades. Abrir ese debate, por cierto fracasado en algunos
lugares donde se abrió precisamente porque se consideró como una “moda”
pasajera, me parece legítimo y saludable. Pero en las Juntas de Gobierno, no en
las delanteras de los pasos. Y no, no pondría límite a la edad. Nunca lo he
puesto. Conozco gente de 50 años más fuerte y saludable que otra de 25. Todo
tiene un límite, pero el costalero suele ser consecuente consigo mismo y sabe
cómo está para darlo todo debajo de un paso o retirarse.
24. Me tienes que decir ese lugar cofrade que nunca te perderías
en la semana santa madrileña.
Ver al Stmo. Cristo de la Fe y del Perdón o el paso de palio de mi
Hermandad subiendo por la calle Independencia, revirando en Lazo, saliendo a
Unión… A los aficionados cofrades les entusiasma, por lo que me comentan.
“Margot”, “La Madrugá”…
sonando en calles tan estrechas. Es una belleza, y un buen trabajo de costal.
Tengo la sensación de que es uno de los rincones más emotivos de nuestra Semana
Santa. También es preciosa La
Macarena y Su Señor del Gran Poder ante el convento de las
Jerónimas, la salida de Los Gitanos, el discurrir de El Silencio por Atocha…
Hay mucho que ver, y todo con interés.
25. ¿y de la sevillana…?
Uffff! Hay tanto… Intento no perderme la Carretería de recogida,
el Cristo de Burgos por la
Alfalfa, el Baratillo por el Postigo, el Gran Poder de
retorno por su plaza, San Benito por la zona de Francos, la salida de la Lanzada, Macarena en Cuna,
La O en Triana de
vuelta, Panaderos en Lasso de la
Vega, El Cachorro al entrar en Castilla, la salida de
Montserrat… Me da pena no ver nada el Domingo de Ramos, pero…
26. Tú palio y paso de Cristo favorito de la Semana Santa madrileña
¿por qué?
Los de mi Cofradía, desde luego. También el paso del Gran Poder
y la Macarena
de Parla, ambos por razones afectivas. Son muchos amigos los que tengo ahí
trabajando.
27. De la
Semana Santa Sevillana…
Palios, los de La Macarena, Amargura y Dulce Nombre; de Misterio,
el Herodes de La Amargura
y Carretería. De Nazarenos, sin duda el Gran Poder; de Crucificado, el Cristo
de la Buena Muerte
de Los Estudiantes. Juan de Mesa era una joya en sí mismo…
28. Y Del resto de España…
La Virgen de los Dolores de la Oración en el Huerto, de
Huelva, que tiene el antiguo palio del Valle de Sevilla y que es una maravilla;
y el Nazareno, también de Huelva.
29. Una salida que te
parezca espectacular y por qué
San Esteban, en Sevilla. Sencillamente, pura magia de
capataces y costaleros.
30. Y una entrada…
La Soledad de San Lorenzo. Se me pone
la carne de gallina cuando escucho llamar a la puerta de la parroquia con esos
tres golpes secos. Algo se acaba… y algo empieza de nuevo con la Resurrección, que no
es el último paso de la
Semana Santa, sino el primero del año que empieza.
31. Que palio, nazareno, crucificado y misterio es el mejor o es
el que más te gusta pasando por la campana Sevillana, ¿Por qué?
Palios muchos… Madre de Dios de la Palma, Dolores de las Penas
de San Vicente, Valle… Nazareno, el Gran Poder y Pasión; Crucificado… me
encanta Los Javieres, esos andares largos, inigualables; Misterio, sin duda El
Herodes y Los Panaderos… pero hace tantos años que no veo el Domingo de Ramos
in situ…
32. Siempre de frente o con cambios.
Siempre de frente. Los cambios me gustan con mucha mesura y,
sobre todo, elegancia. La raya que separa lo sublime de lo exagerado es muy
fina desde mi punto de vista. Creo que hay mucho de sobreactuación y efectismo
en los pasos con muchos cambios. Pero es cuestión de gustos.
33. Capataz de palio o de misterio
Solo lo he sido de palio… Es lo que me ha tocado en suerte.
Y lo disfruto enormemente.
34. Dime ese capataz en el que hay que fijarse… ¿Por qué?
He conocido a muchos durante muchos años. De todos he
aprendido multitud de cosas: Jaime Alberti, Antonio Quiñones, Toni, Afri,
Manolo Gómez o Carlos Arenas en Huelva; Joselito y José Maria Gallardo en
Madrid; Fito Hijón en Sevilla… ¿Por qué hay que fijarse? Por su humanidad, por
su generosidad con sus cuadrillas, sencillamente porque merecen la pena. Son
antes personas que capataces y eso lo dice todo de ellos.
35. Y ese costalero al cual admirar… ¿por qué?
Me costaría infinito darte un solo nombre. Sería injusto con
muchísimos otros que no citara. Para mí, cuando un hombre mete debajo de un
paso, ya es digno de admiración.
36. Dedica una levantá
Por todas aquellas personas que se debaten entre la vida y
la muerte cada día, cada hora, cada minuto, en un hospital, en su casa, en
lugares que están muy cerca de nosotros o a miles y miles de kilómetros. Porque
es gente que lucha cada vez que toma aire y respira… porque es gente que se
aferra a la vida con todo lo que tiene y porque cada vez que su corazón late,
sigue viviendo y transmitiendo esperanza a quienes les rodean. Va por todos
ellos.
37. Una banda de música.
Regimiento
Inmemorial del Rey 1, del Cuartel General del Ejército
38. Una agrupación musical.
Virgen
de los Reyes
39. Una banda de CC y TT.
Sol
40. Elígeme una marcha de cada estilo.
Amarguras y Soleá dame la mano, por palio; Pentecostés, en
cornetas y tambores.
41. Que le depara el futuro en el mundo cofrade.
Reflexión. No convertirse exclusivamente en una atracción
turística, en una mera cita cultural o de simple tradición familiar. Cofradía
es sinónimo de compromiso, de lucha por mantener viva la fe, de sacrificio y de
esfuerzo colectivo, de caridad, de trabajo en equipo con unas directrices muy
claras hacia Dios y hacia la
Virgen. Cuidado con deslizarnos por pendientes peligrosas
porque creyendo que buenamente favorecemos algunas cosas, a lo mejor las
estamos desvirtuando. Quien quiera entender, que entienda. Los que me conocen
saben que “jugar a los pasitos” no lo es todo. Eso es bonito, imprescindible
para mantener muchas ilusiones, para mejorar, para crear cosas nuevas, pero en
cierto modo es secundario. Es aquello de distinguir siempre entre la forma y el
fondo. No incompatibles, sino compelementarios… Pero distintos.
42. Dedícale unas palabras a su gente de abajo
Que sepan y quieran renovar cada año la ilusión por lo que
hacen. De ellos depende mucho, muchísimo, que este mundo de las cofradías
crezca para bien.
43. Por último, ¿Qué le
falta a la Semana Santa
madrileña para poder hacerla más grande?
Más unidad interna entre las cofradías; más comprensión
mutua con los problemas de cada una; más implicación de las instituciones; más
creer en sí misma; más Hermandades y cortejos procesionales más nutridos; más
iglesias llenas; más juventud; más afición en la calle para que se viva aún con
mayor intensidad; más capacidad para darnos a conocer y que en otros lugares
dejen de preguntar: “Ah!, ¿pero en Madrid hay pasos?”. En definitiva, más
tiempo. Pero está en muy buen camino.
44. ¿Qué te parece el blog?
Pues precisamente una forma idónea, estupenda, de dar a
conocer que Madrid, en efecto, tiene una buena Semana Santa cofradiera y muchas
virtudes por las que conviene que nos sintamos orgullosos. Sigue adelante con
el blog. Tienes en mí un seguidor más. Por supuesto que sí.
Es un gusto encontrarse gente integra , en unos tiempos que parece que haya que tirar por tierra lo de los demás para disfrazar nuestras carencias.
ResponderEliminarUn saludo.